1. (Read “Joy Ridderhof’s 31 Days of Devotionals, in English” here.)
    (Vaya a “HISTORY” página aquí.)

Con alegría y regocijo!

Es una recopilación de 31 días de devocionales de
Joy Ridderhof. Publicado por primera vez en 1979
durante el aniversario 40 de Gospel Recordings
(ahora llamado Global Recordings Network).

Introducción por Joy

¿De qué manera podemos comunicar las bendiciones
de regocijar? Recuerdo las tareas imposibles e
inalcanzables de la misión. ¡Nos esforzamos
porque sabíamos que Dios NO nos iba a fallar! Y
los viajes de grabación que hicimos, casi hasta
los confines de la tierra, porque creímos en las
promesas de Dios, lo que nos hizo dar gracias por
ellas desde mucho antes de que nuestros ojos
vieran la respuesta. Nada pone el mundo tan a
nuestro alcance como la fe regocijante.
La fe nos da el saber de qué Dios es capaz de darnos los incrédulos como
herencia; pero la fe regocijante nos envía a tomarlos.
La fe nos asegura que podemos poseer la tierra; pero la fe regocijante nos
hace tomar el arma poderosa que derriba las fortalezas de Satanás.
La fe puede ver más allá de las barreras hasta los campos de los incrédulos y
nos dice que podemos llevar el Evangelio a todos; pero la fe regocijante es el
poder que nos levanta sobre cada muro, y nos empuja como tropas conquistadoras
y a querer conquistar.
La obediencia a la orden de “¡REGOCIJAR SIEMPRE!” produce una fe vibrante y
activa. A través de esta, nuestros corazones siguen cantando a la expectación
de las muchas bendiciones y beneficios que Dios se deleita en dar a los que lo
buscan y lo esperan.
¿Estás buscando? ¿Estas esperando? ¿Te estás gozando?

Día 1

¡REGOCÍJATE EN LA ADVERSIDAD!
“¿En la Biblia, ‘regocíjate’, en serio quiere decir que nos gocemos en las
circunstancias adversas o quiere decir que nos gocemos en el Señor a pesar de
lo que venga?”
“¿De verdad, debemos agradécele a Dios por las pruebas terribles?”
“Puedo ver la importancia de agradecerle a Dios durante y a través de las
pruebas, ¡pero agradecerle por ellas, para mí no tiene sentido ni me parece
correcto!”
A donde quiera que voy, estas preguntas y comentarios son tan comunes entre
los creyentes devotados que buscan comprender la vida de la fe regocijante.
Quizá sea de ayuda expresar esa pregunta de otra manera:
“¿Debemos regocijar en el Señor y agradecerle por lo que Él permite y hace,
así como por quien es El?”
Tengo que admitir y decir que, “¡Sí!”
La verdad, yo no tengo preguntas ni dudas en mi mente en cuanto a esto. Como
pueden ver, amados, cuando creemos que Dios hace todo bien y que sus caminos
son perfectos; y cuando creemos que Él tiene el control en todo y de todo lo
que nos llega es de las manos de un padre amoroso; entonces nos gozamos en
todo y por todo. Nos gozamos por todo lo que Él hace, por todo lo que permite,
y por todo lo que llega a nuestras vidas a través de las circunstancias
adversas.
¡Agradécele ahora mismo por las bendiciones que aún no ves!
¡REGOCÍJATE EN LA ADVERSIDAD! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 2

¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
El apóstol Pablo lo testifico de estas maneras y mi voz se une con la de el:
“…Sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones… las cosas que me han
sucedido han resultado más bien para el progreso del evangelio… Cristo será
magnificado en la vida o en la muerte. Nos maldicen, y bendecimos. Nos
gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia…
Somos considerados como ovejas al matadero. Pero en todas estas cosas somos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó…”.
No me extraña que Pablo pudiera exhortarnos así:
“Den gracias en todo, porque ésa es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo
Jesús… Agradezcan a Dios el Padre por todo… Alégrense siempre en el Señor.
Insisto: ¡Alégrense!” (1 Tes. 5: 18-19, Fil. 4:4).
Santiago agrega, “Hermanos míos, gócense profundamente cuando se encuentren en
diversas pruebas” (Santiago 1:2 NVI). La versión Phillips en inglés lo
tradujo:
“Cuando toda clase de pruebas y tentaciones se amontonen en nuestras vidas,
hermanos míos, no los resientan como intrusos, ¡sino acéptenlos como amigos!”
Es emocionante leer las palabras de Santiago en el capítulo 1 verso 2-4, y
varias versiones lo interpretaron de esta manera:
“Considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas…
Alégrense profundamente… que les dé gran alegría…”
¡“CONSIDERENCE SUPREMAMENTE FELICES”!
¡Y allí está!
Las palabras de ellos son un poco diferentes, pero para mí, ¡el mensaje está
claro! REGOCÍJATE en las pruebas, TODAS las pruebas. No un poco, no a veces,
pero en TODAS y CADA UNA. REGOCÍJATE EN, A TRAVÉS DE, POR, AHORA, LUEGO, y
SIEMPRE. ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 3

¡REGOCÍJATE Y VE LA GLORIA DE DIOS!
Cuando te hayas gozado y hayas creído, y cuando las cosas comiencen a parecer
más y más oscuras, alégrate, porque lo más difícil que se vuelve la situación,
más aún Dios se deleita en traer liberación.
Te darás cuenta que muchas veces Dios, a propósito, espera hasta que todo se
ha vuelto completamente fuera de la esperanza, con el fin de realizar un
milagro verdaderamente grande.
Recordarás como el Señor, a propósito, esperó hasta que Lázaro estuviera en la
tumba por cuatro días, antes de responder al llamado de María. Sus palabras
fueron:
“¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40).
Y mira lo que pasó, ¡María vio a su hermano resucitar de la muerte!
Deja que estas palabras se engraven en tu corazón,
“…SI CREES VERÁS LA GLORIA DE DIOS…”
Cree, alaba, gózate, aunque Dios te mantenga esperando cuatro días, cuatro
meses, cuatro años, cuarenta años…, y vas a ver la gloria de Dios.
No pierdas otro minuto siguiendo otro plan mucho más pequeño, y no dejes que
pase otro día sin tomar este emocionante paso de fe. Empieza ahora mismo y
alégrate en todas tus adversidades; ¡Dios te bendecirá por ello!
¡REGOCÍJATE EN LA ADVERSIDAD!¡REGOCÍJATE Y VE LA GLORIA DE DIOS!

Día 4

¡CONTINUA CON EL GOZO Y REGOCIJANDO!
Muchas veces es muy difícil regocijar en el montón de fastidios diarios como
las agravaciones, las irritaciones y los retrasos; además del dolor y en las
pruebas.
Es aquí donde empezamos a despertar al hecho de que es completamente inútil
que nosotros tratemos a regocijarnos por sí solos. Llegamos al punto donde
exclamamos, “¡No puedo INTENTAR más! Lo intente e intente, pero esos intentos,
en lugar de ayudarme solo añadieron más derrotas a la que ya tengo”.
Es verdad, nosotros no podemos solos ni nadie puede, pero por medio del
Espíritu Santo, si podemos. En el asunto de regocijar, el Espíritu Santo
tiene que tomar el control para hacerlo en nosotros y por nosotros.
¡Así que dejemos nuestros propios esfuerzos y confiamos en Él que puede hacer
todo por nosotros!
¿Ya te estás gozando? Nunca es demasiado temprano para empezar.
¿Has estado gozándote? ¡Sigue así! Haz que tu alabanza se duplique e
intensifique. En el asunto de regocijar, ¡eso, nunca será demasiado!
¡SIGUE CON EL GOZO Y REGOCÍJATE!

Día 5

¡REGOCÍJATE EN TU ALTO!
Nuestro trabajo en Gospel Recordigns es doble. Proponemos enviar grabaciones
gratis en todos los idiomas y dialectos del mundo, y también en mantener un
testimonio entre los incrédulos de la fe del poder de Dios, quien cumple todas
sus promesas.
Si hubieras entrado en nuestro pequeño estudio en Los Ángeles, California,
hubieras notado dos palabras escritas en la banqueta frente a la oficina:
“¡REGOCÍJATE SIEMPRE!”
Nos tomamos muy en serio este lema, y buscamos aplicarlo tanto en los asuntos
pequeños de la vida cotidiana, como en los pasos grandes de nuestro trabajo.
Ahora, esta frase no fue escogida accidentalmente, sino fue por medio de la
fe, y el regocijo es una parte vital en nuestro ministerio. A mí me parece que
es imposible separar esos dos.

Cuando nos gozamos:

  • La dificultad se hace la manera
  • La montaña se transforma en ruta
  • El obstáculo se convierte en vehículo y mucho más

REGOCÍJATE en tu dificultad. REGOCÍJATE en tu montaña. REGOCÍJATE en cada
obstáculo que se cruce en tu camino. Dios quiere convertirlo en un medio, un
camino, un vehículo de bendiciones para ti y la gloria para Él hoy mismo.
¿TE ESTABAS GOZANDO? ¡REGOCÍJATE EN TU ALTO HOY!

Día 6

¡REGOCÍJATE Y ESPERA UNA BENDICIÓN!
En el progreso del trabajo de Gospel Recordigns, hemos enfrentado muchos
obstáculos y luchas que parecían amenazar nuestra existencia. Enfrentamos esas
luchas con las armas de la alabanza y el regocijo, creyendo que Dios usará
esos impedimentos para traernos grandes cosas. En efecto, experimentamos la
mayoría de los avances grandes y milagros más excelentes por medio de las
adversidades y las decepciones.
Años atrás, cuando el trabajo era menor, estábamos usando una vieja cochera
que estaba situada detrás de una casa. En esa cochera almacenábamos nuestros
materiales. Un día los dueños nos dijeron que los inquilinos de la casa
querían también usar la cochera. ¿Qué hacemos? ¡No tenemos otro lugar en donde
poner nuestro material! ¿Qué podemos hacer? ¡Que más podíamos, sino regocijar!
¡Si, regocijar, sabiendo que Dios quería hacer para nosotros algo mucho mejor!
De inmediato vino a la mente, “¡Debemos comprar esa propiedad para ser dueños
de la casa y de la cochera también!” Y con pasos de fe, ¡la compra se logró!
¡El enganche milagrosamente fue proveído y los pagos restantes llegaron en
maneras maravillosas, sin dar a conocer esas necesidades. En menos de un año
pudimos quemar la copia del préstamo, debido a que lo logramos pagar en su
totalidad.
Esa compra fue ideal para nuestras necesidades y demostró ser de ventaja en
muchas maneras. Nuestra residencia y estudio operaban allí debido a esa
propiedad milagrosa, y otros terrenos cercanos se añadieron también. ¡Gloria a
Dios!
Amado, Padre, ¡muchas gracias por quitarnos el uso de esa cochera como
almacén, ya que tenías algo mucho mejor para nosotros!
¡REGOCÍJATE Y ESPERA UNA BENDICIÓN! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 7

¡REGOCÍJATE EN LA HORA MÁS OSCURA!
En 1944 cuando Ana Sherwood y yo planeábamos nuestro viaje a México para
grabar los idiomas de las tribus, nos enfrentamos a unos de los pasos mayores
de fe en la historia de la misión. Lo que teníamos y lo que necesitábamos
estaban tan separados como si hubiera un océano entre ellos. ¡REGOCÍJATE!
No teníamos vehículo. ¡REGOCÍJATE! ¡No teníamos dinero para un vehículo!
¡REGOCÍJATE! No teníamos dinero para la gasolina, aunque tuviéramos un
vehículo. ¡REGOCÍJATE! ¡No sabíamos de un vehículo de venta, incluso si
tuviéramos el dinero! ¡REGOCÍJATE, REGOCÍJATE y REGOCÍJATE! A pesar de la
realidad de la gran necesidad, hubiéramos podido regocijar en nuestro corazón
con confianza. ¡lamentablemente debo confesar que no lo hice! Estaba muy
desanimada y mis esperanzas casi fracasaron.
Luego llegó la increíble noticia de que se nos había proporcionado un vehículo
y un gran suministro de tarjetas de regalo para la gasolina ¡Qué gran gozo!
Con ello llegó el entendimiento del cuidado y del amor de Dios. ¡Me sentí tan
triste por no haberme gozado desde el principio! Esta es una lección que nunca
olvidaré. Le dije a Ana, “¡Si por un minuto olvido gozarme otra vez, por favor
recuérdamelo!”
Y así fue que, nos propusimos a manifestar nuestra confianza en Dios en forma
de alabanza en el momento más oscuro… y no pasó mucho tiempo para tener la
oportunidad de poner en práctica nuestro nuevo propósito. Tuvimos como nueve
pinchazos de llantas de camino a la ciudad de México. ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
Amado Señor, ¡gracias por la gran separación entre lo que tenemos y lo que
necesitamos, ya que Tú eres el proveedor de todas nuestras necesidades!
¡REGOCÍJATE EN LA HORA MÁS OSCURA! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 8

¡REGOCÍJATE EN EL FRACASO!
Muchas veces entendemos las bondades de Dios como Su aprobación. Cuando hemos
fracasado en confiar en Dios y en regocijar (como yo falle), Dios, en su
misericordia y amor todavía nos bendice de muchas maneras, a pesar de nuestra
falta de fe y confianza. En esos momentos podríamos ser tentados a pensar, “No
me regocije y Dios hizo que todo funcione bien para mi… así que, ¡tal vez no
es necesario que me regocije siempre!”
¡Qué vergüenza si ese pensamiento se aplica a nosotros, los hijos de Dios!
Porque hemos forzado a Dios caminar la primera milla, ¿vamos a forzarlo a
caminar la segunda milla también?
Debido a las bondades de Dios, es que debemos reconocer el enorme error de no
atribuirle la gloria que el merece siempre. Así que oremos por corazones que
deseen que atribuir la gloria a Dios siempre. Que sea reconocida y admitida
diariamente por parte de nosotros, para la gloria de Su nombre. ¡Que esa
gloria se Le dé abiertamente y sin reservas, por medio de nuestro regocijo y
agradecimiento, y que todo eso Le llegue por medio de todo lo que nos sucede!
¡Dios, ayuda que nuestros corazones deseen que recibas la gloria y el honor
siempre, sin importar cuán dura nos parezca nuestra situación!
Enséñanos a darte gracias y a regocijarnos diariamente a través de todo y por
todo lo que nos sucede.”
¡Ayúdanos a REGOCIJARNOS SIEMPRE!
¡REGOCÍJATE EN EL FRACASO! ¡REGOCÍJATE SIN RESERVAS Y SIEMPRE!

Día 9

¡REGOCÍJATE AHORA! ¡REGOCÍJATE CON FE!
En la biblia, el tema de regocijar no requiere mucha atención para darse
cuenta de que tenemos mandamientos, exhortaciones y ejemplos en abundancia.
Sin embargo, cuando hablo con los cristianos, a menudo me sorprende mucho lo
poco serio que toman este tema. Este tema se enseña de vez en cuando, pero no
lo suficiente para reconocer la verdad de que esa es la manera que debemos
vivir. Día tras día, y hora tras hora debemos vivir glorificando a Dios porque
Él lo merece.
Un día, cuando estaba hablando con un pastor acerca de las bendiciones de
regocijarse en la adversidad, y en dar gracias a Dios aun cuando las cosas no
van bien, el me miró con una gran sonrisa diciendo: “Yo creo en eso. En
realidad, regocijar ha sido mi práctica durante muchos años. Por ejemplo, hace
poco se me cayeron mis anteojos y cuando quise recogerlos, vi que se habían
enganchado en mi pantalón. Al notar que no se habían dañado, ¡me gocé
inmediatamente!”
Aprecio completamente lo que el pastor quiso decir, y admitió que muchos no se
gozan como deben, ni le dan el crédito a Dios por los muchos favores y las
liberaciones que nos da. PERO, ¿qué hubiera pasado si los anteojos del pastor
se hubieran roto? ¿Daría gracia a Dios si se le hubieran quebrado
irreparablemente? ¿Podría creer, que, por la fe, Dios traerá bendiciones por
medio de eso? Aunque agradecer a Dios por todo lo que nos sucede sea un reto,
aun así, ese, es un patrón que debemos seguir.
Gózate creyendo y reclamando que todo lo que Dios permite que llegue a tu vida
es algo en lo que Dios recibirá la gloria, y traerá el bien para ti. ¡Pruébalo
hoy mismo! No dejes pasar otro día. ¡Empieza ahora mismo! ¡Alábale!
¡Agradécele! ¡Tráele bendición por medio de tu fe regocijante!
¡REGOCÍJATE AHORA! ¡REGOCÍJATE CON FE! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 10

¡REGOCÍJATE MÁS! ¡ALÁBALE MÁS! ¡AGRADÉCELE MÁS!
Todo fue muy difícil durante la guerra. ¡Vaya, las oportunidades que teníamos
para regocijar! No teníamos un estudio, ni equipo, ni técnicos, ni discos en
blanco, ni ninguna de las necesidades vitales. Nada para producir nuestros
discos y compartir las buenas nuevas. ¡Alégrate! Había oportunidades para
regocijar y oportunidades para esperar los milagros de Dios.
Un día, que fui para hacer un pedido grande con el jefe de la empresa
comercial de prensado de discos. Sentimentalmente me dijo, “Lo siento, pero
nosotros ya no podemos tomar tus pedidos. Todas nuestras instalaciones están
siendo usadas para trabajo gubernamental. No tenemos fuentes de material
privado, solo lo que provee el gobierno”.
Por un momento me sentí desconcertada. ¿Se puede parar todo así de fácil? Me
pregunté. ¡No es posible! ¡NO PUEDE! Mi respuesta llegó sin duda alguna:
“¡Pero tenemos fe en nuestro Señor!”
¡Y, ay, cómo oramos y alabamos expectativamente! ¡Regocíjate más! ¡Alábale
más! ¡Ora más! ¡Agradécele más! ¡Cree en Dios por las cosas imposibles! Y
luego nos llegó el mensaje de la empresa diciendo:
“Por favor trae TODOS tus pedidos.”
Imagínate, “¡trae TODOS tus pedidos!” ¡Alabado sea Dios! Y así siguió el
mensaje en marcha, y también nos llegó un vehículo lleno de material de una
fuente inesperada.
Fuente inesperada para algunos, pero fuente esperada por nosotros. Desde ese
tiempo hasta el fin de la guerra, esa empresa continuó fabricando y procesando
nuestros discos.
¡REGOCÍJATE MÁS! ¡ALÁBALE MÁS! ¡AGRADÉCELE MÁS!

Día 11

¡ALEGRATE Y ACEPTA SU BUEN REGALO!
Recientemente, después de un discurso que di en cuanto al tema de regocijar en
la adversidad, el director de la reunión dijo, “¡Así es! Incluso cuando las
cosas son desagradables y cuando tenemos varios tipos de problemas, podemos
pensar en las cosas buenas que Dios ha hecho por nosotros, y podemos contar
las muchas bendiciones que nos ha dado.
Por supuesto que estoy de acuerdo que debemos contar nuestras bendiciones y
mencionar una por una con agradecimiento a Dios, pero el hombre no comprendió
el punto del regocijo durante la adversidad.
Si creemos que todo lo que toca nuestras vidas fue permitido y dirigido por
nuestro Buen Pastor, quien nos ama tanto, hasta dar Su vida por nosotros,
también podemos creer que Él tiene una razón muy especial para permitir las
pruebas y aflicciones.
La prueba en sí es en realidad un regalo valioso presentado en una envoltura
áspera, pero si no abrimos esas envolturas ásperas para descubrir esos
regalos, entonces seremos tan pobres como lo fuimos antes. En mi experiencia
he probado y comprobado que la alabanza es la fuerza que remueve todo sin
falla y la envoltura confusa revela un tesoro preparado para nosotros.
¡Así que, REGOCÍJATE! ¿Cuándo? Cuando te malinterpreten, cuando te traten
injustamente, cuando te menosprecien, cuando sufres y en lo que sea tu dolor
hoy; ¡porque Dios quiere usar esa cosa en particular, para revelar otro regalo
aún más especial para enriquecer tu vida! ¿Porque no regocijar y aceptar Su
buen regalo hoy? ¡PORQUE NO REGOCIJAR SIEMPRE!
¡REGOCÍJATE Y ACEPTA SU BUEN REGALO! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 12

¡REGOCÍJATE EN TUS PRUEBAS! ¡REGOCÍJATE CONSISTENTEMENTE!
“…Jesús les respondió:
Abraham, el padre de ustedes, se regocijó al pensar que vería mi día; y lo
vio y se alegró” (Juan 8:56).
Primero, Abraham se gozó porque creyó en las promesas de Dios. Y cuando
tomó ese paso de fe, pudo entender y pudo ver. Se le quitó el peso y se
alegró. Sin embargo, todo fue por fe. Abraham, cómo Dios, pudo llamar las
cosas que no son cómo si fueran.
En mi práctica de regocijar, en muchas ocasiones tuve que regocijarme
consistentemente por un buen tiempo, desde antes que se levantaran las pruebas
y cargas. Pero, en mi regocijo, en mi corazón me aseguré de pedirle a Dios que
la prueba siguiera hasta que Él completara Su propósito en mí.
Podía regocijarme sabiendo que la prueba en sí misma era buena, porque Dios lo
había permitido en mi vida. Sabía que cuando la prueba terminará algo
maravilloso saldría como resultado. ¡Ese conocimiento en sí mismo era una
fuente de gozo para mí!
“Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que con justa razón me afliges”
(Salmo 119:75).
Con fe nosotros podemos regocijarnos, y esto libera un poder tremendo para
levantarnos. ¿Necesitas ese levantamiento hoy? Empieza a alegrarte en medio de
esas pruebas, y deja que Dios te levante a los lugares celestiales con El. Él
quiere hacerlo por ti. ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
¡REGOCÍJATE EN TU PRUEBA! ¡REGOCÍJATE CONSISTENTEMENTE!

Día 13

¡REGOCÍJATE CON ANTICIPACIÓN! ¡REGOCÍJATE Y ACTÚA RESPECTIVAMENTE!
“Creyendo te regocijaras”
El apóstol Pedro habla de este tema:
“Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han
tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo… Aunque ahora no lo ven,
ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y, aunque no lo ven ahora, creen
en ÉL(Señor) y se alegran con gozo inefable y glorioso” (1 Pedro 1:6,8).
Creyéndolo, te regocijas. Medita en estas palabras y crees Sus promesas, en
eso te regocijas. Crees que Él murió por ti y perdonó todos tus pecados, por
eso, te regocijas. Crees que Él nunca traería nada más que bien a Su hijo, así
que te regocijas. Y hay miles de otras verdades en las que puedes creer, por
lo tanto, regocijas.
Fe es creer que Dios va a hacer lo que Él dice que hará, y comportarse
respectivamente es el resultado. Lo primero que podemos hacer en comportarnos
respectivamente, es en regocijarse. Así que, ¡agradécele y alábale! La
alabanza es poder y es fe en acción. ¡Una fe que regocija y canta es una fe
vivificante!
Cuando podemos alabar a Dios desde antes de Su respuesta, estamos diciéndole a
Dios y al mundo que estamos seguros que Su respuesta vendrá.
Alábale ahora mismo aun si es una larga espera por tu respuesta. Cree en El
hoy que el bien vendrá a tu lugar oscuro y difícil. ¡No pierdas otro minuto de
bendición!
¡REGOCÍJATE CON ANTICIPACION! ¡REGOCÍJATE Y PROCEDE RESPECTIVAMENTE!

Día 14

¡REGOCÍJATE EN EL OLVIDO Y NO OLVIDES REGOCIJAR!
Algunas veces algunos son confrontados con este problema: Por lo regular, la
mayoría de las cosas que me traen abajo son mi propia culpa. ¿Cómo puedo
alegrarme en eso?
Si nosotros hemos hecho lo malo, por supuesto que debemos arrepentir y recibir
el perdón de Dios. Sin embargo, cuando somos perdonados dejamos de
preocuparnos de eso y esperamos que Dios se ocupe de nosotros desde donde
estamos, y esperamos que todo comience a obrar para la gloria de Su nombre.
Pero la mayoría de las veces, las molestias que nos fastidian no son pecados.
Por ejemplo, no es pecado olvidar algo que necesitamos. Jesús reprendió a sus
discípulos por discutir que habían olvidado llevar pan a la barca, aunque
obviamente era su deber, así que Jesús usó el método socrático de enseñanza
para llevar a los discípulos a aceptar lo que ya debían saber. Regocijémonos
en asuntos de este tipo y esperemos que Dios haga un milagro si es necesario,
para compensar ese mismo descuido, así como lo hizo por los discípulos. Pues
no te preocupes, sino regocíjate deliberadamente.
Si no podemos regocijar en estas cosas, temo que no podremos cumplir el
mandato de regocijar siempre, ¡porque olvidamos algo cada día! Al mismo
tiempo, no creo que regocijar en nuestro Señor nos aliente a ser descuidados
ni negligentes. En cambio, el regocijo debería convertirse en un sacrificio
real de alabanza que suba hasta el trono de Dios.
En el asunto del regocijar siempre, el hermano Lawrence, aconsejó de esta
manera, lo cual me fue muy útil, así que te lo paso a ti. Dijo que cuando
falló en su deber, sólo confesó su falta, diciéndole a Dios: “Nunca lo haré de
otra manera, así que no me dejes solo, pues debes impedir mi fracaso y reparar
lo que está mal”. Después de eso, no volvió a inquietarse.
Si olvidas o pierdes algo, incluso cosas pequeñas, ¡regocíjate de inmediato y
NO mucho después! ¡Fracasando en regocijar, solo agregarás más fracaso al
fracaso!¡REGOCÍJATE EN EL OLVIDO Y NO OLVIDES REGOCIJAR!

Día 15

¡REGOCÍJATE EN LA ESPERANZA! ¡REGOCÍJATE CREYENDO! ¡REGOCÍJATE DESDE AHORA!
“…Si por la noche hay llanto, por la mañana hay alegría” (Salmo 30:5).
Cuando un corazón dolido sabe con certeza que llegará la respuesta sin tardar,
ese, se regocijará en el dolor y no se afligirá como los que no tienen
esperanza. En cambio, se gozará en todo y por todo en el Dios de la esperanza,
quien llenará su corazón con gozo y paz por creer y esperar en Él.
Esta es la mejor definición del tipo de esperanza bíblica que he visto: “Gozo
y paz en creer”. Es un pensamiento como tener una seguridad contenta, sabiendo
que Dios no fallará, o como estar a la expectativa dichosa y favorable.
“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que
creen en Él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”
(Romanos 15:13).
Este consuelo, esta esperanza, este gozo, esta paz solo son posible a través
del poder del Espíritu Santo, quien habita en nuestros corazones por fe. Y
estamos hechos para abundar en esto por medio del Dios de la Esperanza quien
nos llena con Su esperanza.
¿Estas hoy lleno de Su gozo y Su paz? ¿Tienes Su paz profunda y estable
reinando en tu corazón? ¿Estás listo para creer y abundar en la esperanza por
el poder del Espíritu Santo? ¡Él está listo cuando tú estés listo!
¡REGOCÍJATE EN LA ESPERANZA! ¡REGOCÍJATE CREYENDO! ¡REGOCÍJATE DESDE AHORA!

Día 16

¡REGOCÍJATE EN TU GRAN NECESIDAD!¡REGOCÍJATE EN EL GRAN PODER DE DIOS!
La vida de regocijarse en la adversidad es una vida donde crecemos de fe a fe
y de triunfo en triunfo. Sé gozarme mucho más ahora que lo que supe años
atrás, y dentro de varios años espero saber más. Veo que aún me faltan muchas
áreas de mi vida donde debo aplicar esto.
Sin embargo, creo que el único modo de crecer es ver cualquier fracaso como un
pecado definitivo. Recuerdo el remordimiento y dolor que sentí cuando me di
cuenta que estaba fallando en regocijar, lo cual hería y entristecía a mi
Señor. Una vez que se experimenta este dolor por el pecado, es doloroso pensar
en repetirlo.
En un punto en mi vida, encontré que cuando estuve regocijándome casi en todo,
según recuerdo, exhortaba a otros a hacer lo mismo. En otro punto, me di
cuenta que yo fallaba una y otra vez.
Muchas veces me sentí avergonzada y pedí perdón de Dios por mí y por los demás
que estaban involucrados, pero no pude mantenerme en la cima de manera
consistente. Finalmente me di cuenta de la profundidad y la gravedad de mi
pecado, y así fue que lo enfrente.
Descubrí que no tenía un mensaje para otros si habitualmente yo fallaba en
cualquier punto. ¡Debo tener el poder conquistador de Dios! Al ver mi gran
necesidad y mi enorme incapacidad para hacerle frente, me entregué a mi gran
Salvador y audazmente salí con la promesa de la victoria.
¿Ves tu gran necesidad y tu inhabilidad hoy? ¡ALABA A DIOS! Ahora puedes dejar
que Él tome el control y te levante a nuevas alturas de fe regocijante por
medio de Su poder conquistador. ¡REGOCÍJATE EN SUS PROMESAS!
¡REGOCÍJATE EN TU GRAN NECESIDAD! ¡REGOCIJA EN EL GRAN PODER DE DIOS!

Día 17

¡REGOCÍJATES Y RECUPERA EL TIEMPO PERDIDO! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
Tal vez la mejor ‘estudiante’ que he tenido en cuanto al regocijo era la
querida Señora G. Siendo ya una anciana, se llenó de tristeza y remordimiento
al pensar en empezar a los 80 años de edad a dar la gloria que le correspondía
a Dios en todas las cosas. No obstante, ¡ella recuperó el tiempo perdido!
En cuanto al regocijar en la adversidad, ella lo escuchó por primera vez
cuando yo hable en la sociedad misionera en su iglesia, y ella se llevó ese
concepto al corazón. ¡No se podría encontrar un creyente más fiel y devotado
que ella! La idea de regocijarse cuando las cosas no van bien, era una idea
nueva, y en los 5 o 6 años restantes de su vida, en el asunto de dar gracias
por todo; ella era un ejemplo conmovedor.
Todo tipo de cosas le sucedieron. Ella se calló y se quebró una extremidad;
¡se regocijo! Tuvo un derrame cerebral; ¡se regocijó! Tuvo varias
enfermedades, pero se regocijó continuamente. Fue una maravilla para sus
amigos ver cuán rápido ella se recuperaba y estaba de pie andando otra vez.
Siempre se sostenía porque ella se regocijaba en Dios y Él hizo milagros
maravillosos en su vida. Su fe era un verdadero ánimo e inspiración para
muchos, en especial para mí.
Una vez ella me dio un billete y dijo, “Esto son $1,000 dólares para la obra”.
Cuando vi que era 1.00 solo dólar, ella dijo, “¡Yo he pedido a Dios que lo
haga $1,000 dólares!” luego ¡nos llegó un regalo de $1,000 dólares!
Esta dama glorifico a Dios a través de su vida y su fe regocijante, y cuando
se fue a la presencia del Señor, ¡entró, por Sus atrios con alabanzas!
¡Permite que esa luz en lo alto desafíe tu vida hoy, para que te regocijes
siempre!
¡REGOCÍJATE Y RECUPERA EL TIEMPO PERDIDO! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 18

¡REGOCÍJATE AL MINUTO QUE LLEGA LA DIFICULTAD! ¡REGOCÍJATE AHORA!
Me gustaría tener acceso al montón de cartas que recibí de las personas, de
quienes sus vidas no solo traen gozo a otros a través regocijar en la
adversidad, sino que siguen avanzando de gloria en gloria.
Hoy mismo llegó una carta de una amiga, una mujer joven y hermosa quien, por
consecuencias del polio, había estado confinada a su cama por muchos años.
Ella escribió:
“Pensé que debía escribirte esta mañana. Me llegó algo que me tentó a
desanimar e inmediatamente pensé en tus palabras:
‘Regocíjate al minuto que llegué la dificultad’. Ciertamente, el consejo de no
demorar en regocijar es una palabra maravillosa, completamente contraria a la
debilidad humana de sentir que merecemos entregarnos a la tristeza por mucho
tiempo. Al descubrir eso, ¡nunca, podre contar todo lo que esta verdad
significa para mí!”.
No me extraña que esa querida persona desde su cama esté difundiendo la luz
brillante con los afligidos, por medio del ministerio de correspondencia del
mensaje rebosante de regocijo.
Así mismo, también encuentra tiempo para enviar con nosotros ese mensaje
rebosante de país en país y de tribu en tribu, y a menudo nos envía una
“palabra” ¡la cual es como una limonada fría en una marcha calurosa!
¿Estas difundiendo la luz brillante y la felicidad por todas partes hoy? Tu
puedes y lo sabes, es mediante el regocijo rebosante. ¡Empieza hoy mismo!
¡REGOCÍJATE AL MINUTO QUE LLEGUE LA DIFICULTAD! ¡REGOCÍJATE AHORA MISMO!

Día 19

¡REGOCÍJATE EN SU PODER GLORIOSO! ¡REGOCÍJATE POR FE!
Una persona querida que era nueva en todas las fases de la experiencia
cristiana me escribió justo después de contraer una enfermedad grave:
“¡Estaba tan complacida que pude regocijarme todo el tiempo! ¡Fue emocionante
porque no tuve que obligarme a hacerlo! Simplemente estaba allí… De vez en
cuando estoy encantada con el conocimiento de que no hay absolutamente NADA
que el Señor no pueda hacer por nosotros.”
Y hay otra carta de otra persona querida, quien estaba pasando por una de las
penas más profundas que he escuchado. Éste es el versículo que me compartió:
“‘Sean fortalecidos en todo sentido con Su glorioso poder. Así perseverarán
con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre…’ (Col. 1:11-12).
Este ha sido mi versículo por un tiempo. No podía regocijarme yo misma, pero
finalmente asumí por fe, que YO ESTOY fortalecida por Su glorioso poder”.
Luego me contó de la tremenda diferencia que eso causaba en su vida.
Otra amiga me escribió contándome sobre su entrada a una nueva experiencia,
triunfante y victoriosa de regocijo por medio de la fe. Y entre varias cosas
expresó la comparación de esta manera:
“La fe regocijante, ¡es como el apetitoso dorado en un postre y la deliciosa
crema en el café! ¡Es como andar en un vehículo de lujo después de haber
andado en la vieja chatarra destartalada!”
¿Qué tal tú?, ¿Estas experimentando victoria y bendición hoy? ¿Estas siendo
una bendición hoy o sigues andando en la vieja chatarra destartalada?
¡REGOCÍJATE EN SU GLORIOSO PODER! ¡REGOCÍJATE POR FE!

Día 20

¡REGOCÍJATE A TRAVÉS DEL PODER DEL AGUA DE VIDA!
Nuestro mejor ejemplo de regocijo es el mismo Señor Jesús. Su palabra nos
manda a regocijar. Hombre de sufrimiento ungido con el aceite del regocijo más
que cualquier otro. Escucha sus palabras, de acuerdo a la profecía de Su
sufrimiento por nosotros en el Salmo 22:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Lejos estás para salvarme,
lejos de mis palabras de lamento”.
Luego según la profecía, Él lo cumple perfectamente, porque en medio de Su
agonía nuestro Señor alaba:
“Pero Tú eres santo, Tú que habitas en las alabanzas de Israel… Los que temen
a Jehová, alábenle… glorifíquenle… De ti será mi alabanza…” (Sal 22:3,23,25).
El que Sufre se regocija, glorifica y alaba a Dios, porque sabe que la
victoria es segura:
“Los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor, y todas las
familias de las naciones se postrarán ante ÉL, pues el dominio le pertenece al
Señor y Él rige sobre las naciones” (Salmo 22:27,28).
El sufrimiento del Señor abre el camino para las familias de las naciones, y
se concede el poder para su liberación. Por Su sacrificio por nosotros, Jesús
nos libera con el agua viva, para que, simplemente creyendo, ríos de agua viva
fluyan en nuestro ser. Es Su vida dentro de nosotros que da plenitud de gozo.
“Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa”
(Juan 15:11).
Verso adicional como contribución de la traductora Maritza Y:
“… Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por EL
GOZO puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha
sentado a la derecha del trono de Dios” (Hebreos 12:1-2).
¡REGOCÍJATE A TRAVÉS DEL PODER DEL AGUA DE VIDA!

Día 21

¡REGOCÍJATE Y DALE EL CRÉDITO A DIOS! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
“Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes” (Génesis 45:8).
El gran secreto de regocijar en la adversidad se encuentra en estas palabras
de José, debido a que él claramente entendió esta verdad; verdad que a los
cristianos de hoy les cuesta mucho comprender. Viendo a sus hermanos, José no
se atrevió a culparlos, porque si lo hubiera hecho, les hubiera dado mucho más
crédito de lo que ellos merecían. El vio la mano de Dios y le dio la gloria.
Claro que fueron sus hermanos quienes le quitaron la túnica a José,
conspiraron para matarlo y finalmente convinieron venderlo por 30 piezas de
plata. “El hombre propone, pero Dios dispone”. Incluso en esa conspiración de
hombres malvados, sabemos que el hombre pagará por su maldad. Dios estaba allí
para traer salvación a José y a su pueblo a través de los que le sucedió.
Lo que hicieron los hermanos de José fue intencionado para el mal, pero Dios
lo revirtió para un bien. Y podemos gozarnos en las adversidades, porque
sabemos que Dios usa las cosas difíciles para traernos bendición. Seamos
cuidadosos al culpar al diablo o a las personas por lo que nos sucede, porque
en el fin, cuando vemos el gran bien que Dios hizo a través de lo que alguien
nos hace, queremos atribuir toda la gloria a nuestro Señor.
¿Qué tal tú? ¿Tienes a alguien en la mirada por quien guardas amargura, debido
a que las acciones de ellos afectaron tu situación? ¡Solo ve a Jesús y
agradécele por lo que te está sucediendo! Dile que sabes que una bendición se
aproxima a su debido tiempo; que quieres agradecerle, alábale y darle la
gloria desde ahorita, y quieres regocíjate en Él.
¡REGOCÍJATE Y DALE EL CRÉDITO A DIOS! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 22

REGOCÍJATE EN TU PRUEBA; DE NINGUNA OTRA MANERA, PERO ¡TRIUNFANTEMENTE!
Un estimado hombre de Dios, de negocios y miembro de la Junta directiva en Los
Ángeles, junto con su esposa eran un ejemplo maravilloso en la vida de
regocijo.
Ellos sufrieron una serie de pruebas que se extendió por mucho tiempo y
nosotros nos maravillábamos por su gran resistencia. Luego, cuando esas
pruebas ardientes se redujeron, él tuvo un ataque cardíaco en su oficina y se
fue antes de que su esposa pudiera alcanzarlo.
Antes del funeral, ella le dijo a los que oficiarían el servicio, que se
centraran en el tema del regocijo. Sentó en la primera fila durante el
servicio y su rostro era radiante. El misionero que hizo la oración dijo:
“Padre Celestial, te agradecemos por llevarte a nuestro ser querido. Nos
gozamos en Ti”. ¡Para nuestro asombro, esa mujer frágil, quien creíamos que se
derrumbaría por su situación siguió triunfante!
“Recibe cada problema interior y exterior, cada desilusión, dolor, inquietud,
tentación, oscuridad y desolación con ambas manos. Recibe todo como una
oportunidad y ocasión bendita para morir a nuestro ser y entrar en una
comunión más plena con tu abnegado Salvador. No veas los problemas de ninguna
otra manera. Rechaza cualquier otro pensamiento al respecto, entonces, todo
tipo de prueba y angustia se convertirá en el día bendito de tu prosperidad.
Incluso el dolor profundo puede convertirse en alegría, cuando está admitido
con acciones de gracias” –Dr. Fred Mitchell.
Recibe con acciones de gracias, con ambas manos, TODO, lo que Dios te ofrece
hoy. Tómalo con alabanzas. Ofrécele tu agradecimiento y, ¡regocíjate!
REGOCÍJATE EN TU PRUEBA; DE NINGUNA OTRA MANERA; ¡PERO TRIUNFANTE!

Día 23

¡REGOCÍJATE Y MUESTRA EL MILAGRO DE SU GRACIA!
Hoy tengo una hermosa palabra para ti:

  • ¿Ansioso?

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo
Jesús” (Filipenses 4:6-7).
Así que no estés ansioso, porque si oras con fe y con acción de gracias, Él
responderá y dará la paz que sobrepasa todo entendimiento. ¡Regocíjate en el
Señor siempre!

  • ¿Aterrorizado?

No temas a tu adversario, porque todos sus propósitos contra ti Dios los
frustrará, obrando y cambiándolo en algo mucho mejor para ti:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien a los
que conforme a Su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

  • ¿Avergonzado?

No te avergüences en cómo resulten las cosas ya sea de un modo u otro. Que tu
gran deseo se centre en mostrar Su milagro de gracia en tu vida, para que
Cristo sea MAGNIFICADO a través de tu cuerpo en la vida o en la muerte.

  • ¡Regocíjate!

Así que no importa que, EN TODO DA GRACIAS y ¡REGOCÍJATE SIEMPRE! Bendice al
Señor y no olvides ninguno de Sus beneficios. Él es quien cada momento nos
trae nuevas bendiciones, aliento y bondad. Alábale con sonido de alegría, con
alabanzas y acciones de gracias; al que nos amó y dio su vida por nosotros.
¡Nosotros somos de Él!
¿Ya te estas regocijando?
¡REGOCÍJATE Y MUESTRA EL MILAGRO DE SU GRACIA!

Día 24

¡REGOCÍJATE Y ALÁBALE, PORQUE ÉL ES TU VICTORIA DESDE HOY!
Personalmente, no dudo que es pecado no regocijarse. Sin embargo, son muy
pocos los que abiertamente y sin equivocarse declaran esta verdad.
El Doctor McQuilken fue el primero que presentó esta verdad claramente para
mí. Cuando yo era una joven de 19 años de edad, justo al término de mi primer
año en la universidad en el tiempo de los exámenes finales. La preocupación
era mi segundo nombre, pero a pesar de eso, yo estaba allí tomando tiempo para
escuchar ese mensaje:
“Preocupar es pecado… No ser feliz es pecado también…” ¡Regocíjate siempre! En
pocas palabras, lo que quiero decir es que debemos regocijarnos ahorita y en
el futuro. Debemos dar gracias a Dios en todo tiempo y por todas las cosas”.
Si ese mensaje hubiera sido acerca de la mundanalidad o de desobedecer el
mandato de ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura,
entonces me hubiera quedado sentada en mi silla sin meditar en ese sermón.
Pero, no, lo que él dijo era lo que yo necesitaba y el zapato encajaba.
Recuerdo que tan firme era él al hablar en cuanto a eso. No hubo escapatoria.
O continuaría yo con mi pecado o saldría de la vieja vida para entrar en una
nueva experiencia. Recuerdo muy bien sus palabras:
“El secreto es rendirse y confiar en el Señor, se logra a través de entregar
toda tu vida y tu pecado a Él. Dale la espalda al pecado y confía en Cristo; y
deja que el Espíritu Santo tomé el control. La victoria es ‘Cristo en ti’.
Cree en Sus palabras y agradécele por Su presencia en tu corazón. Alábale
porque Él es tu victoria en este mismo momento”.
Yo lo hice, desde ese día en adelante mi vida fue diferente. Fue un cambio
radical en mí. Tenía que ser. Dios puede hacerlo también por ti, cuando te des
cuenta de que esto es fundamental y no es solo una enseñanza complementaria.
Desde entonces estoy convencida de la sensación y convicción del pecado cuando
fallo en regocijar y confiar en Dios.
¡REGOCÍJATE Y ALÁBALE, YA QUE ÉL ES TU VICTORIA DESDE HOY!

Día 25

¡REGOCÍJATE EN TU DESDICHA!¡REGOCIJA SIEMPRE!
Al obedecer en “RECOIJAR SIEMPRE” no damos cabida a desobedecer otros mandatos
bíblicos. Cada enseñanza que podría anular las preciosas verdades o los
requisitos de Dios, no es de Dios.
Claro está que NO nos alegraremos en la desdicha de otros. Al contrario, a
través de la vida del regocijo es que los frutos del amor, la ternura y la
simpatía son más profundos aún. Se nos ha enseñado a llorar con los que
lloran, y a consolar a otros con el consuelo que hemos experimentado de Dios.
La práctica de una vida de fe regocijante es algo que me conforta
efectivamente. Así que con este mismo conforte quiero ayudar para que otros
reciban la medida que puedan recibir.
En toda situación de profundo dolor y en los problemas, Jesús nos dio las
palabras de esperanza y felicidad:
“No temas … No llores … No te afanes… Solo cree … Anímate… Alégrense
cuando los hombres los insulten … Alégrense y regocíjense”.
Cuando comiences a regocijarte en lugar de llorar, tu prójimo se verá incitado
a regocijarse también.
¿Has experimentado ánimo y fortaleza al regocijar en medio de tu desdicha? ¿Te
acordaras de entregar a otros la bendición de ese mismo ánimo que has recibido
de parte de Dios? Encuentra a alguien hoy con quien puedes compartir esta
hermosa verdad.
Planea regocijarte cuando la desdicha ataque tu vida. Regocíjate ahora, aunque
estés en medio del llanto, y alaba a Dios por la bendición y bondad que Él te
traerá a través de esa lucha.
¡REGOCÍJATE EN TU DESDICHA! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 26

¡YA DÉJALO…, Y PERMITE QUE EL ESPÍRITU SANTO SE REGOCIJE EN TI!
Con intención de animarte, deseo transmitirte el testimonio de una persona
cuyo caso, me pareció muy difícil, que solo pude decir. “Lo que es imposible
para el hombre, es posible para Dios” (Lucas 18:27).
Después de recibir el mensaje de regocijo y tratar de ponerlo en práctica,
esta amiga se dio cuenta que era totalmente imposible regocijarse en sus
propias fuerzas. Se encontraba bajo una profunda convicción de pecado por sus
fallas repetidas en no regocijarse en las circunstancias adversas. Sabiendo
que ya no podía seguir así, ella se arrojó sobre el Salvador, se desprendió de
sus propios esfuerzos, permitiendo así que el Espíritu Santo dentro de ella lo
cumpliera en ella. Aquí un pequeño trozo de su testimonio:
“La hermosura cuando se levanta el sol, el gozo y la alabanza que llenan mi
corazón era casi demasiado para contener. Cuan verdaderamente puedo decir, ‘es
maravilloso’, no solo con mis labios, sino que también desde mi ser interior.
Mis circunstancias no han cambiado, pero sea alabado el Señor. Ahora todo
parece elevarse por encima del ámbito ordinario de las cosas a un lugar más
alto que he conocido. Verdaderamente siento que de momento en momento ahora
estoy viviendo con mi Señor en los lugares celestiales”.
Le escribí a ella para orara por otra persona cuyo caso era tan difícil como
el de ella.
“Si solo se diera cuenta que regocijar lleva con ello la victoria, cómo
cambiarían las cosas para ella. Porque con regocijo se vive por encima de las
cosas que nos deprimen, que nos acosan y nos preocupan. Nuestra perspectiva
cambia, y las cosas que antes nos irritaba ya no tienen poder.
Es un glorioso sentir de liberación; ¡alabado sea el Señor!
Lo que Dios pudo graciosamente hacer para mí, también puede hacerlo por ella”.
¡DÉJALO Y PERMITE QUE EL ESPÍRITU SANTO SE REGOCIJE EN TI!

Día 27

REGOCÍJATE CON CONFIANZA … REGOCÍJATE AHORA … REGOCIJATE SIEMPRE.
Jacob se quejaba, “contra mí son todas estas cosas” (Génesis 42:36).
¿Deberíamos decir “pobre Jacob” o deberíamos felicitarlo? Todo depende en si
hemos terminado de leer la historia.
En defensa del pobre Jacob, tengamos en cuenta que hasta donde él sabía, José
había sido asesinado. El resto de sus hijos eran como una decepción para Él
excepto Benjamín, quien era su favorito. Ya no estaba José ni tampoco Simeón,
y ahora se le iban a quitar a Benjamín. Jacob dudaba que iba a volver a ver a
Simeón y a Benjamín, encima de todo eso, había una gran crisis de hambre en el
país, y las reservas de comida se habían acabado.
Pero, por otra parte, veamos las cosas como realmente eran en lugar de como
las veía Jacob. Realmente, José, estaba vivo; él era el gobernante de Egipto,
quien planeaba todo para la comodidad y felicidad para su padre anciano y sus
hermanos. Un hogar, alimento, seguridad, comodidad, honor y la satisfacción de
tener a toda la familia unida viviendo juntos otra vez.
Si, pobre Jacob, desperdicio muchos años preciosos, todo porque no pudo
confiar en lo que no pudo ver. Nosotros no podemos excusar la base de que él
no sabía mejor, en cambio, su propio hijo José, nunca se desvió de su actitud
de fe regocijante y confianza en el Señor, a pesar de todos los
acontecimientos de experiencias tormentosas e intrigas maliciosas en su vida.
Con confianza él pudiera haber dicho: “Todo lo que me ha sucede es para mí,
debido a que Dios lo ha permitió”.
¿Podrías tú hoy con confianza decir, “todas estas cosas son para mí?”
¿Confiaras en Dios por las circunstancias en que te encuentras ahora mismo?
¿Te regocijaras ahora?
REGOCÍJATE CON CONFIANZA … REGOCÍJATE AHORA … REGOCÍJATE SIEMPRE.

Día 28

¡REGOCÍJATE AHORA Y OFRÉCETE COMO UN CANAL DE ALABANZA!
En el asunto de la debilidad física y en la enfermedad, muchas veces somos
tentados a no regocijar. Pero incluso allí Su gracia es suficiente. En esto,
puedo testificar por experiencia.
En tiempos de debilidad y dolor, nuestra melodía de alabanza puede que salga
sin belleza, pero El que entiende nuestro corazón sabe que somos como el
polvo. Él puede captar hasta las más tímidas notas de alabanza, y de momento a
momento nos reconfortamos a hacer las notas más plenas y seguras. De hecho, el
acto de fe que se involucra cuando nos preparamos para regocijar, retira la
cortina de entre nosotros y el cielo, y las cosas del mundo se vuelven sin
importancia en la luz de Su gloria y Su gracia.
Después de un tiempo vas a preferir que la gloria de Cristo repose sobre ti en
lugar de tener la sanidad física. Hasta podrás decir, “si estoy sano, bien, y
si no, mejor; pues se que eso es Su elección para mí. El que me ama tanto debe
tener una razón maravillosa para permitirlo, y esto no me quiero perder.
Fanny Crosby, una escritora de himnos que se quedó ciega por un descuido de un
doctor cuando era bebe. Años después dijo, “No fue un error, porque al cierre
de mis ojos físicos, mis ojos espirituales se abrieron. ¡Oh, por la
oportunidad de decirle a ese médico lo agradecida que estoy por ello!”.
El testimonio de muchos santos de Dios, y la música en sus corazones, ha sido
asfixiada porque en lugar de alabar y agradecer a Dios aun por las
enfermedades, se desilusionaron consecutivamente porque nos fueron sanados.
Sin duda Dios puede sanar, pero ese mismo hecho nos prueba que si en nuestro
caso no lo hace, es porque nos está confiando una bendición mayor.
Le decimos a Dios que si tenemos fuerzas haremos esto o aquello por él. Pero,
¿sabes qué? Todo el trabajo y servicio de muchas personas, por muy sacrificado
que sea, nunca, podrán glorificar tanto como uno que emite un canto de acción
de gracias y alabanza continuas en medio del dolor, debilidad y pruebas. NADA
puede glorificar tanto a Dios como una vida de alabanza.
¡REGOCÍJATE AHORA Y OFRÉCETE COMO UN CANAL DE ALABANZA!

Día 29

¡REGOCÍJATE CON FIRMEZA INDESTRUCTIBLE! ¡REGOCÍJATE SIEMPRE!
La vida de regocijo será más maravillosa a medida que la fe se aferre
firmemente en Dios. Que no quede ninguna duda ni la menor sombra de preguntas
sobre la bondad del poder del Padre. Y como dijo un escritor: “Si la voluntad
se ha puesto de una vez por todas como roca contra tales dudas, en vano la
marea de circunstancias humanas se estrella contra esa la barrera de
confianza”.
El profeta Habacuc nos da este secreto:
“Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en el viñedo; aunque falle la
cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco
no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; ¡con todo eso, yo me
regocijaré en el SEÑOR, y me gozaré en el Dios de mi salvación!” (Hab. 3: 17-18).
Él pone su voluntad a regocijarse a pesar de que cada circunstancia esté
contra él. Y nosotros también; sin poner atención a nuestros sentimientos o
emociones. Aunque nuestros amigos nos dejen, aunque nuestra salud falle o si
sufrimos pérdidas, nuestra declaración debería ser firme a través de todo: ME
ALEGRARÉ EN EL SEÑOR. luego podemos compartir el premio del que el profeta
sigue diciendo, “El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza
como una gacela y me hace caminar por las alturas” (Habacuc 3:19).
Las alturas son nuestras profundidades, nuestros lugares vencedores y nuestras
tentaciones que nos acosan. Son los obstáculos que interceptan nuestro
progreso, pero ahora, con pies ligeros de gacela podemos dominarlos con un
ligero salto. ¡A través de la alabanza siempre estaremos encima y seremos
capaz de caminar, correr y saltar!
¡REGOCÍJATE CON FIRMEZA INDESTRUCTIBLE!¡REGOCÍJATE SIEMPRE!

Día 30

¡REGOCÍJATE Y QUÉDATE EN EL TERRENO MÁS ALTO Y SEGURO SIEMPRE!
Cuando entramos en la bendecida vida del regocijo, empezamos algo que no
podemos esconder. Es como una luz puesta en una colina que causa que otros la
vean y glorifiquen a nuestro Padre Celestial. Ciertamente otros serán
bendecidos y socorridos indudablemente.
¿Podremos exagerar alguna vez esta verdad de regocijar en la adversidad?
¿Crees que podemos poner demasiado énfasis en esta enseñanza? Pablo nos habla
en Filipenses 4, “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!
“De la misma manera, a mí no me molesta escribirles a ustedes las mismas
cosas, ya que para ustedes es bueno y seguro.
Es así es, no me molesta escribirlo una y otra vez, para que tú lo escuche
cada vez que sea necesario. Es un buen consejo, incluso quizás sea el mejor
consejo que te puedo dar.
Destacarlo nunca será demasiado, ni demasiadas veces, ni por demasiado tiempo,
porque en el gozarte hay seguridad. Cuando tienes canciones regocijantes en tu
corazón, ¡te encontraras en el terreno más alto y más seguros!
Este espíritu de fe regocijante encontrará la pronta respuesta para muchos, y
el Dios que se regocija en Sus amados, con cánticos agregará el acompañamiento
a nuestra música que embellece y glorifica todo.
¿Estás en terreno alto y seguro hoy? Si no, ¡empieza a escalar ahora mismo!
REGOCÍJATE, ALABALE, y AGRADÉCELE HOY por cada cosa difícil con la que estás
luchando. ¡REGOCÍJATE EN LA ADVERSIDAD, REGOCIJATE SIEMPRE!
¡REGOCÍJATE Y QUÉDATE EN EL TERRENO MÁS ALTO Y SEGURO SIEMPRE!

Día 31

REGOCÍJATE EN SUS PROMESAS
El profeta Jeremías dijo, “Tú comprendes, Señor; ¡acuérdate de mí, y
cuídame!¡Toma venganza de los que me persiguen! Por causa de tu paciencia, no
permitas que sea yo arrebatado; mira que por ti sufro injurias. Al encontrarme
con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi
corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor Dios todopoderoso” (Jer.15:15-16).
Como humanos, todos tendremos problemas, dificultades, penas, persecuciones y
malentendidos. Pero en tales tiempos nosotros podemos abrir la Palabra de
Dios, la cual es una carta de amor de parte de nuestro Señor para nosotros. En
esta podemos alegrarnos en el consuelo, en las promesas y en la garantía que
tenemos en Dios, ya que el cumplirá con sus promesas.
Cuando leemos esas promesas y las contamos como ya cumplidas. la Palabra de
Dios se vuelve el gozo y regocijo en nuestro corazón.
“…Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá”
(Mateo 7:7).
Pide, busca, y llama, y, ¿qué recibirás? Lo mejor que puedes pedir y recibir
es el Espíritu Santo, si eso es lo que quieres. Y cuando Él venga, te
revestirá con vestiduras de alabanza; Él producirá en ti el fruto de alegría;
Él te dará el poder y también el querer regocijarte continuamente.
Sabiendo que Dios promete darnos Su gracia y participar en Su gloria, y que el
Espíritu Santo estará obrando en nuestros corazones para hacerlo, y para
cumplir Su voluntad, ¡cantemos y gocémonos con risas! Cree que Él completará
esa bendición dentro de ti que te convertirá en un canal de Su gracia.
¡REGOCÍJATE EN SUS PROMESAS, ¡REGOCÍJATE EN LA ADVERSIDAD, REGOCÍJATE SIEMPRE!

(Español Version 1.0 Fecha: Abril, 2023)